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las Dehesas

Un paraíso de la avifauna, en una valiosa y variada bioesfera

La ruta inicialmente discurre por el GR-10, a orillas del embalse de Santillana, un verdadero paraíso para la avifauna. Alguno de los observatorios existentes permite disfrutar de su contemplación sin ser vistos.

Al llegar a la Dehesa Boyal o Prado Herrero se debe girar a la izquierda, debiéndose cruzar con mucha precaución, por su elevado tráfico, la carretera que une Soto del Real con Manzanares. La ruta toma dirección norte, avanzando entre las paredes de piedra que cierran los prados y las dehesas de fresno, roble y encina. A la izquierda se puede observar la belleza de las intrincadas formaciones rocosas de La Pedriza, mientras que el camino poco a poco se acerca al Hueco de San Blas, protagonista de otra ruta Burricleta.

El Berrueco, una piedra de granito de grandes dimensiones que parece imposible que se mantenga en equilibrio, es otro de los atractivos que posee el recorrido.

Sin embargo, al llegar al embalse de los Palancares se continúa por el GR-10, tomando en la bifurcación el camino de la derecha. Las dehesas de roble y fresno se jalonan a ambos lados del camino, muestra de la tradición ganadera de esta zona, siendo habitual ver ganado vacuno dentro de las fincas. Herrerillos, picos picapinos, lechuzas o verdecillos son algunos de los habitantes de las copas de estos árboles.

Poco después de cruzar el arroyo de Prado del Ensancho se toma un pequeño camino poco transitado, que discurre entre robles y grandes bloques de granito, pasando por las inmediaciones de la Ermita de la Virgen del Rosario. Merece la pena desviarse un poco de la ruta para subir hasta ella y contemplar una magnífica panorámica de algunos de los elementos más representativos de la Sierra de Guadarrama, como la sierra de Hoyo de Manzanares, Cabeza Illescas, La Pedriza, Hueco de San Blas y la Cuerda Larga.

Siguiendo el camino se bordean las urbanizaciones y viviendas vacacionales de la población de Soto el Real, donde además puede realizarse un alto en el camino para dar un paseo o almorzar.

Tras dejar atrás esta población se inicia el último tramo de la ruta. Un ancho y cómodo camino bordea la pared que delimita la Dehesa Boyal y conduce hasta el descansadero Casa de los Berros, donde se continúa por el GR-10. Las dehesas boyales, tan abundantes en España, son terrenos comunales de los pueblos en donde puede pastar libremente el ganado de los vecinos.

Desde este punto, la ruta hasta Manzanares el Real continúa por mismo itinerario que se hizo en la ida, primero por el Cordel de Prado Herrero y luego por el pequeño camino que bordea el embalse de Santillana.